Me siento de malas, y espero
con un helado en la mano
goteando por mis dedos
mojando las tejas del tejado.
Si levanto la mano puedo
hacer cosquillas a las estrellas.
Hay sitio para dos en Venus,
y polillas entre las piernas.
Cuarenta días. Cuarenta noches.
Cuarenta ladrones en esa cueva.
Cuarenta poesías, cuarenta letras
Cuarenta días, si tú esperas.
Y con un megáfono estelar
gritar al espacio infinito
si me quieres, si aún estas...
Los peces en el mar se pierden
(y en un suspiro te dice)
Por favor,
vuelve.

1 estrellas fugaces:
Pues eso, que me encanta, y Chartres también.
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