Besos de escamas


- Usted no es de aquí, ¿cierto?
- No. Soy periodista, del Chicago. He venido en busca de la historia del pescador del lago de Gara.
- ¿El pescador del lago de Gara?
- Sí, es una historia fascinante. Es la única persona que vive en el pueblo de Gara, cerca del lago. Es pescador, pero sólo queda un pez en todas sus aguas. Dicen que todas las mañanas espera en su barca y cuando llega el mediodía, consigue pescar al pez. Se lo lleva a su casa, le alimenta, y por la noche le vuelve a liberar en el lago para pescarle al amanecer. Es como una gran historia de amor, sólo se tienen el uno al otro, y los dos hacen lo que se supone que deberían hacer, pescar y ser pescado, así cada día, sin más.
- ¿No lo sabe? El pescador murió hace unos días.
- Oh... ¿Cómo fue?
- Su cuerpo desapareció, sólo queda la barca. Aún puede verla, las aguas la trajeron a la orilla esta mañana. ¿Ve? Vacía.
Joanne examinó las migas de bocadillo que quedaban en el pequeño bote, la manta de lana, y el tarro de lombrices para el anzuelo. Y con pesadez, suspiró.
- Tendré que buscar una nueva historia de amor.
- ¡Mire! ¿No es fascinante?
- ¿Qué ocurre?
- Fíjese bien, en el agua.
Y Joanne exclamó.
Había dos peces en el lago.
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2 estrellas fugaces:

sara dijo...

(LLLLLL)
me encanta...

Behk dijo...

Bonita historia

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