Estoy, sigo, y parece que no tengo más remedio, enamorado completamente de ti. Desde la punta de los pies hasta dos centímetros por encima de mi cabeza. Estoy enamorado. Enamorado. Y eso significa que no me importa nadie más, que no quiero a nadie más, que no haré nada con nadie más. Y si no puedo tenerte, tampoco tendré a nadie. De mi boca, sólo saldrán cosas bonitas para tus oídos. Y a nadie más le importa, ni nadie más sabe, ni nadie más merece la pena. Tú. Tú. Desde ese junio que empezó como si todo pudiese hacerse hasta el 9 del 9. Tú, lo único que hay en mi cabeza. Me puedes, me tienes, me derrites y me hielas. Tú eres la única persona que puede tocar mi corazón, tú eres la única persona que puede darme las buenas noches. Tú y nadie más.
Y si es cuestión de ser amigos, seré tu mejor amigo. De esos que nunca se van, que siempre están a tu lado, de esos que nunca fallan, de esos que siempre están a un silbidito de distancia. Aunque ni siquiera me hables, aquí estoy, mordiendo el agua por ti.
Y nadie, NA-DIE, desde Hong Kon a Urano, será capaz de quitar el eco de tu voz de mis sábanas. Que si el tiempo lo cura todo, yo prefiero parar el reloj ahora, queriéndote sin que me quieras, que imaginar una vida en la que mirarte y no morirme por morderte la boca.
No hay nadie más. No puede entrar nadie más. En esta cama sólo entran dos personas. Tú a la derecha, y yo a la izquierda, con mucho cuidado de no darnos la espalda.
Soy tuyo.
Y lo demás, y los demás, aire.
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1 estrellas fugaces:

Violetcarsons dijo...

Qué bonico.

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