Pájaro de nieve y fuego
que navegas bajo la luna
llevando entre tus alas el vuelo
sobre mares, desiertos y dunas
el perfume de mis ruegos,
escúchame una vez más
cierra tus alas al viento
y préndate en mi cantar
vibrando este juramento
antes de volver a volar.
Te espero en mi madrugada
y como siempre esperaré
cantando una canción cantanda
soñándote al amanecer
¿vendrás hoy a mi ventana?
Entre olas de sal navegamos
y ahora sin sueño me pierdo
sintiendo este beso varado
estrella fugaz del recuerdo
de tu voz enamorado,
cántame una vez más, te ruego
canta una vez más que me quieres
mientras el viento dibuja en tu pelo
nuestros nombres como redes
de una araña por el suelo.
Te quiero dijiste, ave,
te quiero llegaste a cantar
si fue un sueño, quién lo sabe,
yo no quiero despertar
cerrando mi alma sin llave
y en sueños vendrás y dirás:
Te quiero más que el mar al cielo
que lo refleja sin tocarlo
cubriéndose de él como un velo
soñando al horizonte llegar,
descubriéndose lejos al despertar
y añorándose juntos luego.
Te quiero más que el ave al viento,
bailando juntos una danza sin fin,
sinedo uno y dos, aire y movimiento,
vida y frenesí,
dulce brisa y vuelo lento.
Te quiero más que la tierra al árbol,
buscándose entre parajes desiertos
arañándose sin tocarlos,
alejándose del cielo abierto
tan juntos como puedan estarlo.
Y en mis sueños, ave presa
te quedarás a mi lado escuchando
y sintiéndote alma confesa
a tus plumas, yo gritando
cantaré como promesa:
Te quiero más que todo, y más que falta
que en quererte encontré mi suerte
y mi destino es hacerlo siempre
siendo tuyo hasta el principio
que el final nunca vendrá,
que prometimos infinitos y así la historia irá
sin remedio hacia delante
y nosotros como nubes errantes
nos querremos hacia atrás.
Princesa de luz, de otoño y hierba,
primavera de vientos, veranos sin fin,
viviré una vida dormida
si en tus besos me das vida
y te querré hasta que nací.
Soñando que tu venías,
volando el sueño llegó.
Y poco a poco amanecía,
poco a poco, amaneció.
