Pareces tan lejana que puedo tocarte con mis dedos,
como el humo que se eleva entre círculos al cielo
Ingrávida, como llamas de una hoguera polar,
constante, como la nieve cuando llega Navidad.
Te necesito tanto que a veces olvido que existo
sueño tu nombre, y eso que nunca te he visto.
Cuando aparezcas, tus ojos serán arte para mí
cuando aparezcas y leas todo lo que sin saberte te escribí.
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